martes, 19 de junio de 2012

'ENTRE LOS MUROS: ¿Es Necesario Sublevarse ante un Maestro de la Educación?'


Sin duda alguna, el debate acerca de la educación en Chile y en el resto del mundo sigue siendo tema de actualidad desde el punto de vista que sea observado. Protestas, lucha contra el bullyng, violencia desde el profesor hacia el alumno, son dramas que puede vivir cualquier ser humano que esté involucrado en un Establecimiento Educacional.
Problemas como aquellos, o incluso otros, son planteados en el film ‘Entre Los Muros’, el cual claramente habla por sí solo. En ésta cinta de origen Francés, se aprecia cómo los  jóvenes de barrios marginales del país europeo asisten a un colegio en el cuál logran de alguna u otra manera ‘sublevarse’ ante su profesor de clase.
Ciertamente, la cinta puede identificar a cualquier alumno o profesor de Francia, como también de Colombia, México o Chile. Esto hace que el espectador aprecie más la película, ya que es interesante ver cómo los personajes, los diálogos, los conflictos por los que atraviesan profesores y alumnado a lo largo de la película reaparecen en cualquier Institución Académica del mundo, marcada obviamente por el bajo estrato social de sus componentes, y por la dificultad para los docentes de realizar clases en lugares como aquellos.
‘Entre Los Muros’, nos da a conocer ciertos problemas que suceden no sólo en Francia, sino que en cualquier Escuela del planeta. Uno de ellos es el bullyng al cual son sometidos profesores y paradocentes de cualquier aula. Ciertamente, no se ve cómo un alumno golpea al maestro, pero si se aprecia cómo se le trata como uno más del grupo. Otro de los dilemas que se ven en la cinta, es el poco respeto, la poca autoridad de algunos profesores en el interior del aula. Ésta última, también pasa a ser culpa del profesor, ya que son ellos los capacitados, quienes estudiaron pedagogía durante varios semestres para reaccionar como se debe frente a un alumno problemático y difícil. Y a medida que las horas, los días, semanas, y el semestre avanza, y debido a la falta de respeto de los adolescentes, el profesor va perdiendo la confianza en sí mismo y sigue perdiendo el control. Son incapaces de dar las clases tal como estaba supuestamente previsto ante unos alumnos que no les tienen lealtad, y son realmente indisciplinados, porque lo único que les interesa es divertirse, y escapar prontamente de la escuela.
Para resaltar esto, es necesario destacar algunos momentos de la clase. En una escena, uno de los alumnos es capaz de plantearle al profesor que es homosexual, lo cual es realmente una falta de respeto. En el principio, también se aprecia cómo el profesor le pide a uno de sus alumnos más problemáticos que escriba, pero  el alumno prefirió no escribir ya que no tenía su cuaderno. El profesor insistió en que alguien le facilitara un cuaderno o una simple hoja para que escribiese, pero el alumno le llevó la contraria, y lo convenció de que no era necesario ya que en su hogar “pasaría en limpio” o más bien, escribiría lo que fuese necesario.
En otra escena una alumna le realiza una consulta, a la cual él le responde con aquella misma pregunta y ella sin pensarlo dos veces realiza una réplica reiterando que si lo supiera, no le estaría preguntando. Situación como ésta, es la que viven muchos alumnos en clases. Y así, es necesario recordar un caso muy común que sucede en las aulas de todo el mundo, que al momento que el profesor pregunta algo a sus alumnos, uno de ellos responde que no saben, y que no tiene por qué preguntar si es él el profesor, se supone que es él el que sabe y no ellos.
Los alumnos le cuestionan al profesor lo que enseña. Tanto así, que incluso son capaces de ponerlo a prueba con sus enseñanzas.
Al momento de comparar lo que sucede en la cinta de origen francés con las realidades que se viven en la vida cotidiana muchas situaciones son similares. El hecho de interrumpir la clase, mientras el profesor está explicando, produce que el docente se enfade, y por lo cual regaña a su alumno, y a la vez, éste también se enoja. Todo esto causa un frente de rivalidad entre ambos, es decir, una guerra plena entre alumnado y maestro.
Por otro lado, en escuelas de bajos recursos también es común admirar situaciones de falta de respeto hacia la máxima autoridad dentro de una sala de clases, la cual ya se sabe que es el profesor. En la sociedad actual se le grita al profesor, se le pone a prueba, e incluso, se es capaz de llegar a la violencia verbal, psicológica, o hasta física, lo cual se transforma en una verdadera humillación hacia el docente.
En liceos, también es normal ver cómo el alumno es capaz de romperle los vidrios al auto del profesor que supuestamente ‘le tiene mala’, o que le ingresó una mala calificación a su libro de notas. Y no sólo agredir al auto, sino que también es capaz de averiguar dónde vive, o de amenazarlo para hacer de su estadía en el establecimiento, su peor pesadilla.
Ciertamente, hay posibles soluciones que se pueden plantear frente al problema de las aulas entre profesores y alumnos. Tal vez sea necesario inculcar profesores con nuevos fundamentos para crecer profesionalmente. Que sean capaces de enfrentar a cualquier tipo de alumno, ya sea de clases baja, como de alta, o al alumno prepotente, mal educado, irrespetuoso e indisciplinado, como también al alumno caballero, leal, respetuoso y disciplinado. La educación que se le ha impartido al profesor deberá ser impartida de ésta manera, para crear éxito y confianza en sí mismo, para que su autoridad no sea cuestionada dentro de la sala de clases o dentro del mismo establecimiento y así crear alumnos realmente comprometidos con lo que están estudiando, además, para que el ambiente en el interior de la sala de clases no sea desagradable, que la paz abunde al momento de ingresar al aula.
No es necesario que para aprender, o para que haya disciplina en el interior de una institución académica se deba discutir o faltar el respeto. Alumno y Profesor deben respetarse el uno al otro dentro y fuera del templo de la educación: la escuela.