Sin duda alguna, el debate acerca de la educación en Chile y en el resto
del mundo sigue siendo tema de actualidad desde el punto de vista que sea
observado. Protestas, lucha contra el bullyng, violencia desde el profesor
hacia el alumno, son dramas que puede vivir cualquier ser humano que esté
involucrado en un Establecimiento Educacional.
Problemas como aquellos, o incluso otros, son planteados en el film ‘Entre
Los Muros’, el cual claramente habla por sí solo. En ésta cinta de origen Francés,
se aprecia cómo los jóvenes de barrios
marginales del país europeo asisten a un colegio en el cuál logran de alguna u
otra manera ‘sublevarse’ ante su profesor de clase.
Ciertamente, la cinta puede identificar a cualquier alumno o profesor de
Francia, como también de Colombia, México o Chile. Esto hace que el espectador
aprecie más la película, ya que es interesante ver cómo los personajes, los
diálogos, los conflictos por los que atraviesan profesores y alumnado a lo
largo de la película reaparecen en cualquier Institución Académica del mundo,
marcada obviamente por el bajo estrato social de sus componentes, y por la
dificultad para los docentes de realizar clases en lugares como aquellos.
‘Entre Los Muros’, nos da a conocer ciertos problemas que suceden no
sólo en Francia, sino que en cualquier Escuela del planeta. Uno de ellos es el
bullyng al cual son sometidos profesores y paradocentes de cualquier aula.
Ciertamente, no se ve cómo un alumno golpea al maestro, pero si se aprecia cómo
se le trata como uno más del grupo. Otro de los dilemas que se ven en la cinta,
es el poco respeto, la poca autoridad de algunos profesores en el interior del
aula. Ésta última, también pasa a ser culpa del profesor, ya que son ellos los
capacitados, quienes estudiaron pedagogía durante varios semestres para
reaccionar como se debe frente a un alumno problemático y difícil. Y a medida
que las horas, los días, semanas, y el semestre avanza, y debido a la falta de
respeto de los adolescentes, el profesor va perdiendo la confianza en sí mismo
y sigue perdiendo el control. Son incapaces de dar las clases tal como estaba
supuestamente previsto ante unos alumnos que no les tienen lealtad, y son
realmente indisciplinados, porque lo único que les interesa es divertirse, y
escapar prontamente de la escuela.
Para resaltar esto, es necesario destacar algunos momentos de la clase. En
una escena, uno de los alumnos es capaz de plantearle al profesor que es
homosexual, lo cual es realmente una falta de respeto. En el principio, también
se aprecia cómo el profesor le pide a uno de sus alumnos más problemáticos que
escriba, pero el alumno prefirió no
escribir ya que no tenía su cuaderno. El profesor insistió en que alguien le
facilitara un cuaderno o una simple hoja para que escribiese, pero el alumno le
llevó la contraria, y lo convenció de que no era necesario ya que en su hogar “pasaría
en limpio” o más bien, escribiría lo que fuese necesario.
En otra escena una alumna le realiza una consulta, a la cual él le
responde con aquella misma pregunta y ella sin pensarlo dos veces realiza una
réplica reiterando que si lo supiera, no le estaría preguntando. Situación como
ésta, es la que viven muchos alumnos en clases. Y así, es necesario recordar un
caso muy común que sucede en las aulas de todo el mundo, que al momento que el
profesor pregunta algo a sus alumnos, uno de ellos responde que no saben, y que
no tiene por qué preguntar si es él el profesor, se supone que es él el que
sabe y no ellos.
Los alumnos le cuestionan al profesor lo que enseña. Tanto así, que
incluso son capaces de ponerlo a prueba con sus enseñanzas.
Al momento de comparar lo que sucede en la cinta de origen francés con
las realidades que se viven en la vida cotidiana muchas situaciones son
similares. El hecho de interrumpir la clase, mientras el profesor está
explicando, produce que el docente se enfade, y por lo cual regaña a su alumno,
y a la vez, éste también se enoja. Todo esto causa un frente de rivalidad entre
ambos, es decir, una guerra plena entre alumnado y maestro.
Por otro lado, en escuelas de bajos recursos también es común admirar
situaciones de falta de respeto hacia la máxima autoridad dentro de una sala de
clases, la cual ya se sabe que es el profesor. En la sociedad actual se le
grita al profesor, se le pone a prueba, e incluso, se es capaz de llegar a la
violencia verbal, psicológica, o hasta física, lo cual se transforma en una
verdadera humillación hacia el docente.
En liceos, también es normal ver cómo el alumno es capaz de romperle los
vidrios al auto del profesor que supuestamente ‘le tiene mala’, o que le
ingresó una mala calificación a su libro de notas. Y no sólo agredir al auto,
sino que también es capaz de averiguar dónde vive, o de amenazarlo para hacer
de su estadía en el establecimiento, su peor pesadilla.
Ciertamente, hay posibles soluciones que se pueden plantear frente al
problema de las aulas entre profesores y alumnos. Tal vez sea necesario
inculcar profesores con nuevos fundamentos para crecer profesionalmente. Que
sean capaces de enfrentar a cualquier tipo de alumno, ya sea de clases baja,
como de alta, o al alumno prepotente, mal educado, irrespetuoso e
indisciplinado, como también al alumno caballero, leal, respetuoso y
disciplinado. La educación que se le ha impartido al profesor deberá ser
impartida de ésta manera, para crear éxito y confianza en sí mismo, para que su
autoridad no sea cuestionada dentro de la sala de clases o dentro del mismo
establecimiento y así crear alumnos realmente comprometidos con lo que están
estudiando, además, para que el ambiente en el interior de la sala de clases no
sea desagradable, que la paz abunde al momento de ingresar al aula.
No es necesario que para aprender, o para que haya disciplina en el
interior de una institución académica se deba discutir o faltar el respeto.
Alumno y Profesor deben respetarse el uno al otro dentro y fuera del templo de
la educación: la escuela.